¿Periodistas?

 

Periodistas. Pero, ¿hay periodistas en este país? Ese es uno de los misterios de la sociedad española. Por sus obras los conoceréis, señala la cita bíblica, por lo tanto y de ella misma podemos deducir que no hay periodistas. Hay seudo-periodistas, junta palabras, escritorzuelos y otra ralea que inunda la sociedad usurpando el título en otros tiempos ilustre.

Ahora bien, como su nombre señala, periodista es aquel que escribe en un periódico. Y la pregunta surge ahora rápida. ¿Hay periódicos en este país? La respuesta no puede ser más que negativa. Lo que en este reino borbónico impera son las publicaciones dependientes de una u otra tendencia ideológica ─dentro del capitalismo, claro es─ que promueven el adoctrinamiento de sus lectores, sin respetar la verdad, la lógica, la justicia, los derechos ciudadanos, la democracia. En resumen, imponiendo la dictadura ideológica de sus promotores.

Ante esto no hay información. Esos escribidores, con una incultura legendaria, cercana si no igual a la de alguna presidenta de comunidad, publican arbitrariedades manifiestas, deducciones que sólo surgen del rencor de su mediocridad, especulaciones vacías de todo sentido común, impropias de un género animal que se llama inteligente.

Lo peor es que ese rencor, odio, nauseas por la verdad, la transmiten a ciudadanos que con escaso discernimiento crítico, las aceptan como las verdades del barquero. La sociedad se embrutece, la verdad se olvida, la igualdad desaparece, la brutalidad, la ignorancia, la intolerancia, crece, se expande.

No podemos olvidar el empobrecimiento cultural que estos individuos y sus publicaciones llevan a cabo. Es legendaria la incultura de los locutores de televisión, su desconocimiento del idioma, del significado de las palabras, el destrozo a que someten al idioma castellano . Todavía ignoro el por qué en vez de establecer sucursales del instituto Cervantes en Shanghai, no se establecen en Prado del Rey, Alcobendas y los otros lugares sedes de esos centros de destrucción idiomática que se denominan cadenas de televisión.

Dejo a un lado a los informadores deportivos. Esos no creo que sean siquiera humanos. Su incapacidad intelectual está muy por debajo de la de cualquier rama del homo sapiens. Es posible que sólo sean amebas evolucionadas hasta el punto de tener la facultad de emitir sonidos seudo inteligibles. De la prensa de la misma rama poco se puede decir. Aparte de pulular firmas de individuos que en entrevistas comprobamos su ineptitud para juntar dos palabras seguidas con sentido ─lo que nos indica que hay muchos negros en esas redacciones, pero negros mediocres, como se observa al leer cualquiera de sus aberraciones─ su incapacidad de distinguir el idioma oficial de la jerga que se habla en su pueblo, es sublime.

Todo ello me lleva a una triste conclusión. No, no hay periodistas en este país.